Google admite que la web abierta se está desmoronando mucho más rápido de lo que imaginamos

¿Estamos asistiendo al principio del fin de la web tal y como la conocemos? Google acaba de admitir, por primera vez y sin rodeos, que la web abierta atraviesa un declive acelerado. Una afirmación impactante viniendo del gigante que ha defendido lo contrario, incluso mientras la inteligencia artificial remodela el ecosistema digital. ¿Qué está cayendo en picado realmente: el tráfico, la confianza o la propia naturaleza abierta de Internet?

Google reconoce lo que antes negaba: la web abierta se está desmoronando

Durante años, Google ha sido el guardián —y también el árbitro— de la circulación de información online. Sin embargo, a raíz de un proceso judicial sobre posibles prácticas monopolísticas en el negocio de publicidad digital, la compañía ha dejado caer la máscara: en documentos legales, Google reconoce que la web abierta está “en rápido declive”.

El trasfondo: El Departamento de Justicia estadounidense está presionando a Google para que se desprenda de parte de su negocio publicitario gráfico. La respuesta de la tecnológica, lejos de tranquilizar, advierte de consecuencias dramáticas: “Esta medida solo aceleraría la desaparición de la web abierta, perjudicando gravemente a los editores que dependen de la publicidad online”.

Doble discurso: ¿La IA impulsa o erosiona el tráfico?

Hasta hace apenas unas semanas, Google defendía a capa y espada que sus nuevas funciones de IA —como los resúmenes inteligentes en el Buscador— no tenían impacto negativo en el tráfico web. Incluso llegó a asegurar, sin mostrar cifras claras, que los “clics de calidad” estaban al alza, y que el volumen de visitas orgánicas se mantenía estable año tras año.

Pero voces críticas dentro del sector llevan tiempo advirtiendo lo contrario. ¿El Buscador de Google cada vez envía menos usuarios a medios y webs independientes? Matthew Prince, CEO de Cloudflare, fue uno de los primeros en señalar un cambio de ciclo: los usuarios ya no exploran la información de primera mano, sino que confían en resúmenes generados por IA.

Estudios y advertencias: menos clics, más resúmenes

  • Investigaciones como la del Pew Research Center han detectado una caída significativa en el número de clics que reciben los enlaces en los motores de búsqueda, especialmente cuando la IA presenta los datos en formato condensado e instantáneo.
  • Editoriales digitales y creadores asumen con preocupación que sus ingresos —muy ligados a la publicidad por visita— pueden venirse abajo si la tendencia continúa.

Google matiza: ¿hablamos solo de anuncios?

En pleno revuelo mediático, Google ha intentado precisar sus palabras: ese “declive rápido” hace referencia, según la compañía, al segmento de publicidad gráfica en la web abierta, no a Internet en su conjunto. El término lo introdujo la propia defensa del Departamento de Justicia en el proceso judicial.

¿Qué diferencia hay? La publicidad gráfica (los clásicos banners e inserciones visuales en sitios webs) sigue siendo fuente clave de supervivencia para miles de medios independientes. Si ese flujo de ingresos se agota o se traslada a otros canales más cerrados —como plataformas sociales privadas o apps cerradas— muchas voces y proyectos quedarían fuera de la conversación digital.

¿Qué queda de la web abierta en la era de la IA?

La pregunta que planea sobre todo esto es sencilla y brutal: ¿Cuánto aguantará la web, tal y como la hemos conocido, frente al avance imparable de la inteligencia artificial?

  • Las funciones de IA hacen la vida más fácil, sí, pero pueden saturar de intermediarios automáticos el acceso a la información.
  • Los propios usuarios cada vez pinchan menos enlaces, porque encuentran respuestas rápidas en asistentes y resúmenes.
  • Medios, blogs y expertos temen el efecto “caja negra”: nadie sabe, fuera de Google, realmente cuánta gente llega a sus páginas.

Este debate, impensable hace apenas dos años, ya está aquí. Surcando Europa y Latinoamérica con la misma pregunta: ¿quién decide lo que vemos… y cómo lo vemos?

¿Futuro apocalíptico o simple cambio de modelo?

Quizá no asistimos al fin de la web, sino a su mutación más radical. Como aquellas generaciones que vieron el cambio de la televisión a YouTube o del periódico al timeline de redes, ahora toca plantearse si la web será cada vez más cerrada… o más automatizada. ¿Estamos dispuestos a sacrificar diversidad informativa y pluralidad por la inmediatez del resumen automatizado?

No hay respuesta fácil, pero la historia se está escribiendo ahora mismo. Y, por primera vez, incluso Google lo admite.

Apasionado experto en tecnología y el responsable detrás de TecnoTrends.es. Con una profunda fascinación por el mundo digital y una amplia experiencia en el campo, Andrés se ha convertido en un referente en el ámbito de las tendencias tecnológicas.

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