¿Compartes tu suscripción familiar de YouTube Premium con amigos que viven en otra parte? Pues, malas noticias: YouTube ha decidido apretar las tuercas. Si no vivís bajo el mismo techo, se acabó la fiesta de Premium compartido. ¿Hasta dónde llegará este control? ¿Y qué alternativas quedan?
YouTube se pone serio: fin al Premium compartido fuera de casa
Parece mentira, pero ese pequeño truco de compartir el plan familiar de YouTube Premium con colegas repartidos por toda España —o incluso con amigos en Latinoamérica— se está esfumando. La plataforma ha empezado a identificar las cuentas que, pese a estar bajo una misma suscripción familiar, no usan la plataforma desde la misma vivienda que el titular del plan. ¿La consecuencia? Un aviso rozando lo cortés, pero firme: tienes 14 días antes de perder los privilegios Premium.
¿Cómo funciona ahora el plan familiar?
- Están permitidas hasta cinco personas. Todas deben ser mayores de 13 años.
- Cuota mensual: 25,99 euros en España.
- Condición imprescindible: Todos deben residir en la misma dirección física que el administrador del plan.
Hasta ahora, muchos usuarios hacían la vista gorda a ese último requisito. Pero, según confirma YouTube, las reglas estaban ahí desde el principio. Simplemente, ahora han decidido aplicarlas con sistemas de verificación más robustos y, francamente, un poquito invasivos a juicio de muchos.
¿Qué hace YouTube para controlar el uso?
La plataforma detalla que realiza un “registro electrónico” cada mes, confirmando si la localización de cada miembro coincide con la del administrador. Si detectan que, por ejemplo, la hermana pequeña está viendo vídeos desde otra ciudad o desde la uni de Salamanca, o el primo forma parte del plan pero vive en Monterrey, Texas, el sistema lanza la alerta y llega el temido correo: “La suscripción se pausará en 14 días si no se corrige la dirección”.
¿Qué pasa cuando te pausan la cuenta?
- Puedes seguir viendo YouTube, pero… aparecen los odiados anuncios.
- Te quedas fuera de las ventajas Premium: nada de descargas offline, ni reproducción en segundo plano, ni exclusividad para escuchar música sin interrupciones.
- Aún sigues en el grupo familiar, aunque ya poco consuelo es.
¿Por qué ahora tanta vigilancia?
No es casual: la medida coincide con la experimentación de una nueva suscripción para dos personas, que resulta algo más económica y, por supuesto, requiere que ambos vivan en el mismo núcleo familiar. Así, YouTube intenta evitar que la gente convierta los planes familiares en auténticos miniclubes Premium internacionales. El objetivo real, como suele suceder, es claro: poner coto al mal uso y reforzar el modelo de ingresos. O dicho de otra forma, ganar algo más de lo que ya ganan.
¿Qué alternativas quedan?
- Usar un plan familiar… como debe ser. Es decir, que todos los miembros vivan juntos, aunque sea complicado conforme crecen los hijos o cambian las circunstancias familiares.
- Suscripción para dos personas: buena opción si compartes piso con tu pareja o un hermano.
- Volver al plan individual: menos divertido, pero ya nadie te controlará la ubicación, claro.
En definitiva, se acabó el chollo para los “familiares” distribuidos por medio mapa. Toca organizarse, respetar el sistema, o simplemente buscar alternativas legales (y quizá más baratas) para seguir disfrutando de YouTube Premium a tope. Mientras tanto, conviene recordar que cada vez será más frecuente que las plataformas intenten limitar el uso creativo de suscripciones. Internet cambia, y nosotros… tendremos que adaptarnos.