España, a la cabeza en inteligencia artificial en el trabajo, pero a la cola en conciencia ecológica

¿Sabías que en España la inteligencia artificial se ha colado en las oficinas más rápido que en el resto de Europa? Mientras aún muchos países debaten sobre sus riesgos, en nuestro país ya se ha convertido en el pan de cada día para la mayoría de trabajadores. Pero, ¿cuánto nos preocupamos por el coste ambiental de apretar ese botón de IA? ¿Hasta dónde estamos dispuestos a automatizar la oficina?

España: pionera en el uso de IA en el trabajo

La presencia de la inteligencia artificial en las oficinas españolas ya no sorprende a nadie. Según revela una encuesta realizada en varios países europeos, el 73% de los empleados en España admite haber recurrido alguna vez a la IA en su jornada laboral. Es una cifra que deja atrás a vecinos como Francia, donde solo el 58% da ese paso. Vamos, que aquí la IA ya ha sacado su silla propia en la sala de reuniones.

En el estudio, que recogió opiniones de empleados en España, Francia, Alemania y Portugal, nuestro país no solo lidera en adopción; también destaca por su actitud positiva. Dos de cada tres usuarios españoles declaran emociones exclusivamente buenas respecto a la IA: entusiasmo, confianza, incluso optimismo. Nada que ver con el escepticismo que aún flota sobre Alemania o Francia.

Sentimientos: curiosidad, confianza y menos miedos

Si hay un sentimiento que predomina ante la llegada de la IA en el trabajo, es la curiosidad. Más de la mitad de los trabajadores españoles la sienten como algo nuevo, una ventana abierta a formas diferentes de hacer las cosas. Y la confianza, que también sube posiciones: casi el doble que en Alemania. Casi nada.

  • El 52% siente curiosidad por probar y explorar.
  • El 29% confía en el potencial de la IA, frente al 17% alemán.
  • Solo 2 de cada 10 trabajadores se muestran preocupados, menos que el promedio europeo.

Eso sí, no todo es idílico. Una de las grandes preocupaciones que sí se oyen en las oficinas es la posible deshumanización de las relaciones laborales. Le inquieta a algo más de una cuarta parte de los empleados, aunque la cifra es menor si la comparamos con países como Francia, donde casi cuatro de cada diez lo ven como una amenaza real.

Conciencia ambiental: la asignatura pendiente en la era de la IA

Pero en todo este entusiasmo, hay una pieza que no encaja del todo: la conciencia ambiental sobre el impacto digital de la IA. Si bien el 57% de los franceses declaran tener en mente el consumo energético de estas herramientas, en España este número baja al 41%. Muchos empleados creen que usar IA equivale a buscar algo en Google, e incluso un 22% piensa que es todavía más “verde”. Algo que, a la vista de estudios sobre consumo energético, quizá deberíamos revisar.

Empresas: motor (y espejo) de la transformación digital

La mentalidad abierta de los trabajadores tiene un aliado importante: las empresas. Más de la mitad ya fomentan activamente el uso de IA e incluso una de cada dos facilita herramientas concretas a sus equipos. ¿El techo de cristal? Solo una de cada tres compañías muestra aún alguna reticencia. En este punto, las cifras de España son las más bajas en términos de resistencia empresarial dentro de los países analizados.

Curiosamente, la adopción es mayor entre trabajadores menores de 40 años, que ven la tecnologia como una extensión natural de sus hábitos digitales. Además, 8 de cada 10 empleados informan de forma transparente a sus responsables cuando usan la IA, y la mayoría lo deja reflejado en correos, informes y otros documentos de trabajo.

¿Para qué usamos la IA en la oficina?

  • Redacción de correos electrónicos y resúmenes.
  • Notas rápidas y elaboración de síntesis.
  • Uso de herramientas externas bajo suscripción empresarial (casi el 50%).
  • IA integrada en aplicaciones “de toda la vida” (4 de cada 10 la han probado).

En cuanto a soluciones propias desarrolladas por las empresas, todavía vamos por detrás de Francia, pero el terreno sigue siendo fértil para experimentar.

El reto: formación, responsabilidad y sostenibilidad digital

¿Qué nos queda por delante? La clave ahora es acompañar este boom de adopción con más formación y marcos responsables. Así lo destaca Javier Torres, gerente general en Cegid para Iberia, Latinoamérica y África. Si logramos el combo de empleados proactivos, empresas involucradas y mayor sensibilidad ambiental, España puede convertirse en referencia europea en competitividad y bienestar laboral digital.

Iniciativas como Cegid Pulse –una suite de “agentes inteligentes” integrados en plataformas de gestión empresarial– refuerzan este mensaje: IA útil, formación real, seguridad y ética… y algo más de conciencia verde. Ojalá el futuro del trabajo digital español siga igual de brillante. Y un poquito más sostenible.

Apasionado experto en tecnología y el responsable detrás de TecnoTrends.es. Con una profunda fascinación por el mundo digital y una amplia experiencia en el campo, Andrés se ha convertido en un referente en el ámbito de las tendencias tecnológicas.

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